Un océano gris de incautas emociones,
mares de odio, de amor y de otras sensaciones.
Con barcos de recia y fría madera,
con mástiles de miedo y desconfianza sincera.
Mas no todos son blindados acorazados,
no todos miran con miedo tras cañones armados,
algunos son simples y ágiles veleros
haciendo frente al viento y a futuros venideros.
Mas no podemos olvidar los cruceros,
grandes barcos de altos cascos como luceros.
Llenos de luces que brillan poco,
llenos de miedo y conformismo que los vuelven tosco.
Y a pesar de que veo barco tras barco pasar,
aunque el horizonte no se arte de tragar y tragar,
aunque ni el sol ni la luna me hagan un lugar,
soy feliz de mirar tras las altas nubes mi futuro hogar.