lunes, 27 de abril de 2009

Incomprensible

Un día desperté y no reconocí mí alrededor

Todo estaba distinto, nada era normal

Al bajar me subí de mi cama

Sin explicación ni razón

Caminé cuando aun sentía dormir

Sin entender, sin poder ver

Era medio día pero todo estaba oscuro

Era verano pero mis pies se helaban

De un salto me tomé de la ventana

Miré el espectáculo más grande jamás visto

Por esa pequeña ventana

Con el sol en lo alto

Un campo de guerra en lo bajo

Veía caminar gente sin rostros

En sus manos armas

En sus pies descalzos

En su piel heridas

Y en su pecho vacío

Pero de golpe todo se oscureció

Y grité sin emitir ruido alguno

La ventana se volvió un espejo

Me vi a mi mismo ahí reflejado

Tenía un rostro

No tenía heridas

No estaba descalzo

Pero no era yo

En eso comprendí

Lo que nadie puede comprender.

sábado, 25 de abril de 2009

Te sueño

Recorro las noches
Vago desde la montaña
Hasta profunda calaña
Hasta la misma entraña
Sin oír reproches

En sombras divagar
Deambulo yo en la soledad
Me pierdo en una eternidad
No soporto ya la crueldad
Te quiero despertar

A lo lejos no puedo tocar
Tu sombra me recubre
Tu silueta me encubre
Un rostro luz descubre
Y yo me extiendo sin alcanzar

Sin despertar volteas
Un grito desesperado
Tú te haces para un lado
No escuchas mi recado
En tu cama te arqueas

Que tú me oigas solo deseo
Serán pocas mis palabras
Mientras el alma entreabras
Mis sentimientos reabras
Del tiempo yo haré mi museo

Pero un sueño es solo eso
En realidad eres un recuerdo
Te pienso y cuestiono estar cuerdo
Te olvido y siento que me pierdo
Sin tenerte yo regreso

Veo la ventana está amaneciendo
Las cortinas las cierro
Mis ideas entierro
De todo me encierro
No quiero llorar, mejor me quedo durmiendo

sábado, 18 de abril de 2009

Cuando un ciego

La luz es escasa
En la oscuridad oigo mil ruidos
Siento que alguien me caza
Trato de correr con mis pies resentidos

Oigo al cazador cercano
Yo estoy perdido y desconcertado
Me siento como un enano
Corriendo de gigantes espantado

En penumbras sigo corriendo
De un lado a otro siempre ruido
Me detengo por un estruendo
Me tiro al piso, piedad solo pido

Tres horas después
Me encuentro en la cuarta comisaría
Me interrogan una y otra vez
Mientras que me cuentan que ocurría

Dos personas intentaron asaltarme
Yo corrí, aun cuando ciego era
E intenté entre gente ocultarme
Hasta que crucé la calle Carrera

En rojo, no vi pero estaba
Los autos muy rápido avanzaban
Según el policía relataba
Me tire al piso, todos rezaban

Un auto rápido viró
Chocó a otro y a otro a su vez
Entre gritos un niño lloró
La prensa llego con mucho interés

Me llevaron preso
Quizás por loco o testigo, no sé
Me interrogaron por eso
Estoy vivo, doy gracias, aunque preso quedé

jueves, 16 de abril de 2009

Una lágrima

El tiempo se detuvo un segundo
Intenté arrepentirme
Aunque sea despedirme
Me introduje en lo profundo

Era con nubes, de noche
Y la luna brillaba
Pero nada reflejaba
No había nadie, que derroche

Ya el tiempo no esperó más
Seguí bajando
Nadie esperando
Y todo mi hogar quedó atrás

No tenía familia ni amigos
Pero en tanto caía
Luz que se encendía
Ahora es apagada por enemigos

Mi antiguo hogar yace muerto
Semi desnudos
Sus enemigos mudos
Con un pistola, un hombre tuerto

Aun sigo sin tocar el piso
Y relatando terminaré
Entonces les contaré
La historia que mi hogar hizo

Cuando ella tranquila por la calle iba
4 hombres la miraron al rostro
Y de un momento a otro
Por una puerta se esfumó su vida

Dentro, de ella se aprovecharon
Ella imposibilitada
De pies y manos atada
Una y otra vez le torturaron

Atravesada una y otra vez lo hacían
Los 4 hombres se turnaban
Por atrás y por delante jugaban
Lloraba mientras su virginidad pudrían

Uno de ellos del espectáculo se hartó
Salió de la habitación
Volvió y sin vacilación
Y cuando yo caía lentamente el disparó

Un último suspiro antes del suelo
Tantas palabras en poco tiempo
Me ataranto, un recuento
Muy tarde, que quede mi desconsuelo.

lunes, 13 de abril de 2009

Sin luz

Desesperación
El tiempo se esfuma
La verdad se nubla
Depredación

Cazar la vida ajena
Sea por plata
Oro o papel
Objetos, dineros o placer

Luna reinante
Luz pálida cambiante
Cálidos hogares de hielo
Sangre y acero

El llanto de 1000 hombres
Pequeños, desamparados
Perdidos, sin estado
Ley gobierno o reparto

Ni agua ni comida
Sin aire, sin vida
Son hombre, son basura
Son gente, no mas hambruna

Un niño es comida
Su padre, un prisionero
Su madre, un recuerdo
Su hermano, sacia el hambre

domingo, 12 de abril de 2009

Tiempo

El tiempo
Inquieto en su andar
Solo, pensando
En su pasado y futuro
En su presente y locura

Año que pasa
Día tras día se agota
La inacabable vida
Que muere y vuelve a nacer
Para volver a morir

Segundo tras segundo
Pasos siguiendo un camino
Recto y eterno
Como el tiempo
Que se transforma en el espacio entre nuestros recuerdos.

Descansar

En esta noche cálida
Donde mi mente clama descanso
Me pongo a pensar
Y se aleja de mí el soñar
Paso a paso junto a mis ideas
Y no soporto más
Este intento de tranquilidad
Esta ardiente oscuridad
Me volverá loco el no pensar
Y comienzo a caminar
Ese camino por la tabla que humea
Trazo unas líneas sobre un papel
Y me vuelvo a preguntar
¿Cuándo descansare?

Y al comenzar
Pierdo toda inspiración
Y sin accionar movimiento
Vuelvo a mi estado de paz y quietud
Lejos de las ideas y del dormir
En mi único lugar
Reposando
Escuchando mi primer pensamiento
Respondo a mi duda
Sin lugar a duda
Ya.

El lugar inalcanzable

Solo el tiempo veo pasar
A través de las cortinas de mi mente
Suaves y hermosas
Solo saben ocultar
Cadenas frías y fuertes
Que retienen mi mente
Que retienen mi alma
Mi cuerpo y mi ser

Diviso algo a través de las mantas
A la distancia, pero cercano
Es un lugar extraño
Vivo, abierto, cercano
No puedo tocarlo
No puedo alcanzarlo
No… ¡no!... ¡NO!...

¿Pero que me impide tocar aquel lugar?
Tan bello y cotidiano
Tan simple aun que lejano
Y ¿donde estuvo?
O siempre fue
Y ¿cómo llegue?
O siempre estuve aquí
O solo esta atravesando el velo
Que nunca atreví a transgredir

Frustración

Condenado dinero
Maldito sistema
Pero que seria del hombre
Sin autos
Sin casas
Sin lujos
Ja, solo pensarlo repugna
Evolución
Cada vez somos más débiles
Somos más vulnerables
Ni nuestra propia comida podemos cazar
Pasamos más de la mitad de nuestro día sentado
Estudiando…, trabajando… ¿para qué?
¿Dinero?, ¿fama?, ¿reconocimiento?
¿Para qué demonios lo quieres?
¿Ser feliz?
No me hagas reír
La felicidad no se consigue de esa forma
La felicidad esta siempre a tu lado y tus deseos
Ridículos, egoístas, son los que la esconden
La borran
¿Dinero?, ¿fama?, ¿reconocimiento?
Solo frustración
Solo eso

sábado, 11 de abril de 2009

Lejos de aquí

Tiempo fugaz
Luz escasa
Pasos sobre la mar del deseo

Ira presente
Paz reinante
Vida y muerte hasta donde alcanzo a ver

Sueños volátiles
Fríos corazones
Todos aquí, ahora, y por siempre y para siempre

Luces sobre mí
Oscuridad a mi alrededor
Y risas muertas por el tiempo

Mañanas inciertos
Un difícil provenir
Y una libertad que se agota como la vida

Un alma reprimida
Y un paraíso sin promesas
Obligados a subir una cuesta y bajar a sus propios infiernos

En algún lugar
Donde el tiempo es tu enemigo
Donde la tierra cerca tu alma
Y donde tu vida no vale nadaVives… mueres

Extracto de mi mente

La mente inquieta, despierta
De noche la luna ausente, perdida
El silencio puro, inquebrantable

Susurros, ideas, la vida que avanza
Todo esto en una noche
En silencio
Y con mi mente atenta al futuro

Me dejo llevar
Siento la calida noche
No puedo avanzar
No puedo…
¡No quiero!
¡Mi mente clama paz!
Pero no calla un solo segundo
Mi cuerpo pide quietud
Pero mi mano se mueve sin cesar
… todo parece perfecto…
… todo en armonía…
… todo quieto en su lugar…
… como debe ser…

Y la vida que avanza ante mí
Los susurros e ideas van desapareciendo
Con mi mente quieta, en calma
En la noche de luna ausente, perdida
En el silencio puro, inquebrantable

La tormenta y el muerto

Las nubes cubrieron al cielo azul
Que ya de gris se vistió
Y el sol tras un velo está
Espero lograr volver a verlo brillar

Con unas pocas gotas comencé a notar
Como los ríos crecían
Como devoraban todo y más
Mis pies ahora mojados están
Y mi alma solo quiere llorar
Pero ni eso alcancé y menos rezar

Una luz blanca el cielo partió
Atravesó un pájaro, un árbol y una flor
Quemando al aire, la madera y la voz
Caería en penas, llantos y dolor
Pero ya todo acabo

Tras 2 horas la tormenta amaino
Colgado estaba en un árbol con media flor
Que negra se puso igual que el corazón.

Soñando un sueño

Sueños
Distantes estrellas en un cielo de nombre vida
En el que flotamos a la deriva
Donde naufragamos por nuestros problemas
Y a toda vela cuando el viento apremia

Sueños
Pequeñas pistas en este caso sin respuesta
En este enigma eterno y cotidiano
En donde dudamos y nos perdemos
Donde acertamos y avanzamos hacia el mañana

Sueños
Brillantes luces en la oscuridad de esta noche
En la que nacimos y morimos
En la que vivimos, sufrimos y queremos
Donde perder es fácil
Donde equivocarse es sencillo

Buscamos la única puerta
Que revela una luz
Eterna y perfecta
Única y divina
Que bello sueño…

Hielo en el Corazón

El frió comenzó a avanzar
La vida callaba, dormía
Todo esta ahora inmóvil
En un azul claro de hielo

Y a tanto el frió llega
Que ni la muerte se acerca a nosotros
Pobres de nosotros
Que estando congelados nada hacemos por evitarlo
Por impedirlo
Por recuperarnos

Y no es solo nuestro cuerpo
Son también nuestros sentimientos
Nuestros sueños
Nuestro valor
Todo esta frió
Todo es hielo
Todo esta congelado
Por nosotros mismos
Por nuestros ideales perdidos
Y el miedo a amar

viernes, 10 de abril de 2009

La calle Juice

Iba caminando por Juice cuando me la encontré, ella estaba echada en el suelo contra la muralla, escribiendo algo en el grueso libro que tenía. En ese momento ni siquiera sabía su nombre, pero me llamaba la atención su aspecto, vestida de negro parecía una loba recostada en el suelo, sus orejas, ojos, rostro en general eran diferentes al de un humano. Lo que mas me llamó la atención fueron sus ojos, penetrantes y hermosos, bellos como ningunos. Tras unos minutos observándola, ella pareció percatarse de mi presencia y alzando su mirada me miró, y súbitamente sentí que ya no me encontraba ahí. Observé a mí alrededor, todo seco, como los árboles y la tierra, cadáveres tirados por doquier, bajo un cielo oscuro, sin luna ni estrellas, ni siquiera nubes, ninguna persona, ningún ser vivo, soledad. Escuché cerrar un libro y acto seguido volví a ver a la escritora en la calle Juice, estaba de pié observándome con el libro cerrado en una mano, y en la otra una pluma, con la cual ella escribía. Ahora ya sabes tu condición, sabes un poco más de ti, me dijo, y pasando a mí lado se perdió por la calle a mi espalda. Me quede ahí temblando, no sabía que había ocurrido.

-Entiendo, pero lo que no comprendo del todo es el porqué la buscas ahora, no creo que solo la curiosidad te impulse-

Estuve hasta que anocheció en la calle Juice, a lo que me puse en camino a mi hogar. Cuando me encontré frente a la puerta vi salir a mi vecina, llevaba escasa ropa, la saludé, pero ella me ignoró completamente. Yo vivía solo, el estado me daba un subsidio para vivir, aun que tan solo me alcanzaba para comer y las pocas cuentas que tenia. Me recosté en mi cama mirando el techo, no podía dejar de pensar en ese terrorífico y solitario lugar, hasta que me quedé dormido.

A la mañana siguiente volví a ir a Juice, ella estaba tendida igual que ayer, escribiendo apoyada contra la muralla, pero ahora no me acerqué a ella y me alejé corriendo de aquel lugar.

-No entiendo, ¿No habías vuelto para verla? ¿No querías saber como ocurrió aquello?-

Estaba asustado, entré a uno de los negocios del mercado que había ahí, compré un poco de comida que la devoré deprisa y volví a salir, cuando estaba por llegar a la puerta, me encontré de pié a la escritora loba, al parecer me esperaba. Corrí hacia ella y la intenté empujar a un lado, pero no se movió ni un poco, después de ello, yo reboté unos pasos hacia atrás, ella los avanzó y me sujetó de los hombros y, de pronto, ya no estuve a dentro del negocio, sino que ahora me encontraba bajo un sol radiante y un cielo azul, rodeado de naturaleza y vida. Volví en mí súbitamente y note que la joven me estaba, fuertemente, abrazando y sus labios pegados a los míos, no podía zafarme, tenia demasiada fuerza. Estuvimos besándonos por más de media hora.

Cuando me soltó no supe que hacer, ella se dio media vuelta y se perdió por la calle Juice. Me quedé pensando en lo sucedido mientras caminaba a casa. Llegue cuando recién comenzaba a caer la noche, mi vecina aún no salía. Entre y me preparé algo de comer, pero no comí, tan solo me recosté tocándome los labios y mirando al techo hasta quedarme dormido.

Desde el Campo a mi Muerte

El atardecer era cálido, con un tinte de rojo, igual que este suelo regado con sangre, a mi lado uno de ellos, y a mi alrededor muchos otros que yacían muertos hace ya dos días, parecían dormir, solo que no volverán a despertar.

Al día siguiente observe al sol que parecía enlutar, y cubierto por nubes amaneció y anocheció. Cuando ya solo quedaba su tenue luz, dos hombres llegaron al campo. Les vi vestir largas túnicas negras y tenían gorras que cubrían su cabeza descubriendo solo su rostro, caminaban lento como melancólicos, a pasos lentos y nunca levantando la mirada, venían con grandes carretas y rastrillos, con los cuales comenzaron uno a uno a subir cada inerte ser que quedaba a mi alrededor, los lanzaban sobre una de las carretas y seguían con el próximo, así hasta que llegaron a mi lado, donde también reposaba mi fúnebre acompañante, de un solo movimiento uno de ellos lo subió a una de las carretas, tras eso se acercó a mi, una vez a mi lado pude verlo mejor, aunque su túnica no me permitía ver mucho, note que llevaba unos guantes, los cuales se quito cuando se detuvo a mi lado, acercó su rostro, el cual denotaba mucha tristeza, por lo que no pude no compadecerme de tal sujeto que parecía cargar con todas las penas de estos muertos, me tomo con sus manos desnudas y me puso sobre los otros cuerpos. Los dos hombres se fueron en direcciones opuestas, cada uno con una carreta llena de cadáveres sin alzar la mirada al cielo ni mirar atrás.

Nos llevan a un cementerio, o eso es lo que parece, pensé para mi, ya que mis amigos me contaron sobre un lugar donde llevaban a morir a los nuestros, donde terminaban secos y convirtiéndose en polvo, y ese lugar que divisaba se me hacia similar a lo contado, eso supongo. Me bajaron primero, pero me hicieron a un lado, y tomo a uno de los cadáveres. En aquel lugar habían varios agujeros, y el hombre comenzó a depositar cada cadáver en el agujero que correspondía al ultimo lugar de estancia permanente, también iba tallando en las piedras que habían para cada hoyo algo que no lograba comprender. Uno por uno fue colocando los cadáveres hasta el ultimo, que coincidió cuando se coparon todos los agujeros, se voltio a mi, y me miro, me coloco sobre uno de los agujeros después de cubrirlo con tierra. El sol ya estaba saliendo cuando su obra estuvo terminada, se fue con la misma mirada, el mismo caminar de cuando llego al campo, sin volver la vista atrás.

Esa mañana estuvo fría, el sol que estaba en lo alto no calentaba pero aun así gente llego al lugar, todos vestidos de negro, caminaban lento, y me miraban al pasar, pero seguían de largo, luego se detenían sobre una de las otras tumbas y se quedaban ahí un buen tiempo, horas mirando la piedra que había tallado el hombre. Así fue durante todo el frió día que transcurrió lento, trágico.

Anocheció de repente, sin siquiera darme cuenta cuando ya la luna estaba bien arriba ya casi invisible por nubes que cubrían casi todo el cielo, poco después comenzó a llover, agua, que santo bien que ya en estos momentos perdía todo valor, llovió toda la noche y todo el día que le siguió, como si los ángeles lloraran por los muertos, que aquí en este lugar reposaban. Se fue el sol y con el las nubes y la lluvia, seguidos de una gran luna que ilumino toda la noche.

Amaneció como cualquier otro día, hacia frió y el aire estaba húmedo y espeso, la silueta de una mujer apareció en la entrada, solitaria, comenzó a avanzar hacia nuestro lugar de reposo, y una vez frente a el, se detuvo y nos contemplo, a mi y la lapida que se encontraba a mi espalda, estuvo quieta durante horas, supongo que vino por el, porque bien difícil se me hacia la idea de que alguien me viniera a visitar, se inclino y se me acercó, su rostro triste, como el de todos los que vi pasar, era hermoso y joven, ella me tomo, y sin mas que hacer nos dirigimos hacia la entrada, y luego al campo amplio por donde creo que ella había venido, dejando solo a mi fúnebre compañero.

Nuestro destino debe estar lejos aun, quizás por ello no vino con todos los demás hace ya dos dias, ya no importa, comenzamos a subir un cerro, en la cima se lograba divisar una cabaña, pero nada mas que eso se podía decir desde esta distancia, la cuesta era empinada y a la mujer parecía costarle trabajo, quien sabe… una vez en la cima, puede apreciar todo a mi alrededor, no se veía ninguna casa a lo lejos, ni siquiera el cementerio, la antigua casa, daba un aire a melancolía, sus vidrios sucios y sus añejadas murallas te reflejaban su duro pasar por los años. Entramos, la casa crujía al compás del viento, era alta, tenía un segundo piso al cual subimos directamente. Me coloco sobre una mesa al lado de la ventana, y se tendió sobre una cama boca arriba. Miro el techo durante las últimas horas de sol que quedaban, no se que pensaría, pero creo saberlo, sueña, sueña mirando el techo, y quizás mas allá, y así continua hasta que el último vestigio de sol se perdió y ella cerro sus ojos.

“Salude a mi marido… estaba a mi lado…me dijo tiernamente que la guerra había terminado ya con una sonrisa en el rostro… no dijo mas… yo continué sirviendo el desayuno… cuando termine, solo me senté a mirarlo… sabia que estaba a mi lado… pero su mirada, su espíritu no estaba aquí… no dijimos mas, hasta que la puerta comenzó a sonar… cada vez mas y mas fuerte…”

Despertó golpe, parecía asustada, la puerta sonaba fuerte y ella seguía acostada, parecía no querer levantarse, el ruido continuó unos minutos, se callo… y luego un fuerte estruendo seguido de pasos que advertían la presencia de mas personas, subieron rápidamente las escaleras, pasaron a mi lado sin mirarme y mataron sin decir palabra a la joven, me miraron un segundo y luego se volvieron a la mujer, uno de ellos, que tenia un liquido, lo empezó a verter sobre la mujer y el cuarto, una vez terminado, todos salieron y prendieron fuego a todo en este lugar, yo solo me dedique a ver al sol amanecer hasta que el humo cubrió cada espacio de la pieza y el fuego comenzó a abrazar todo a mi alrededor, la mujer, que estaba inerte como los hombres del campo, tenia una expresión que era distinta a la de los hombres que irrumpieron en mi campo y que murieron por causa de los de su misma raza, no se movía mientras el fuego la consumía lentamente como a la cama, el suelo, la mesa… mis pétalos comenzaron a marchitarse, luego se encendieron y consumieron quedando en cenizas, luego mi tallo hasta mi corazón, que ardió durante un segundo y se extinguió, y morí, 7 días después de los sujetos el campo, sobre una mesa al lado de la ventana de una casa sobre la montaña, después de ver morir a una mujer triste en su cama al amanecer.

Indiferencia

Hace pocos días conocí a un desafortunado vagabundo que vivía en un planeta lejano llamado Adous, lo encontré caminando a través de una cuidad a la que llegue por casualidad, y aun cuando nadie lo notaba, o si lo hacían lo ignoraban, por accidente chocamos y para disculparme le invite una comida.

El la rechazo, pero no con palabras, sino que tan solo se puso de pie y continuo su marcha, tendí a seguirlo, no se porque, quizás por que iba al puerto o quizás por nada tenia que hacer, ya que ese planeta era mas desolado que este y no me hubiera gustado quedarme en él. Era sorprendente como él no hablaba con nadie, no se detenía en frente de nada, sino que tan solo caminaba sin rumbo ni prisa. Lo seguí en silencio hasta que llegamos al puerto espacial, decidí llevarlo con migo, me dio lástima, por ello me adelante a él, le cogí de un brazo y lo arrastre hacia dentro del edificio central del puerto. El no opuso resistencia, por lo que pensé que así lo deseaba, compre 2 pasajes y nos subimos con destino a Simsa, la capital del sistema Atafe. Yo lo arrastraba como a un niño, que solo seguía a su madre sin oponer resistencia, pero sentía a su vez que no podía soltarlo. Busque un par de asientos desocupados y lo senté a mi lado y seguido a eso la nave partió en el completo silencio. A la hora de viaje no pude aguantar mas su indiferencia y me dirigí con tono desafiante a él, lo mire a los ojos y le pregunte reiteradas veces su nombre, planeta, edad, padres y lo que se me ocurriese preguntarle pero el no dijo palabra, debía sostenerle la cabeza para que me mirase, y cuando le soltaba, volvía a mirar al piso, con una mirada perdida, me parecía como si estuviese muerto, por lo que decidí ayudarlo, saque un cuchillo que estaba en mi bolsillo y me dispuse a matarlo, los pasajeros estaban tranquilos, nos ignoraban, acerqué el cuchillo al su cuello, y de pronto, como una brisa, otra mujer me sujeto de la muñeca, torciéndola, yo tendí a tirar el cuchillo, me levanto y me miro fijamente a los ojos, me ordeno que me fuese mientras con su otra mano sacaba una pistola apuntándome al estomago, me retire, no quería morir, tras eso saludo tiernamente al vagabundo, yo me aleje pero lo suficiente para escucharlos. Todo esto trascurrió en la mayor indiferencia, lo pasajeros no cambiaron su expresión, ni siquiera prestaron atención, todos seguían igual.

Ella se presento, se llamaba Shojo, era hermosa, mucho mas que yo, vestía humilde y desarreglada, con su cabellera, negra y lisa, suelta y desordenada, tenia 19 años. Esto no fue suficiente para sacarle palabra a mi compañero, aun con su tono alegre y amistoso. Se puso seria, en la misma posición del sujeto, y comenzó a hablar de su vida. Era una asesina, entrenada de pequeña ya a los 9 años cometió su primer asesinato, y que ahora sus manos manchadas de sangre estaban cansadas, no quería volver a matar y había desdió vagar de planeta en planeta, pero cuando lo vio no pudo evitar enamorarse de él. El sujeto no respondía a la mirada de la chica, ella continuo hablando, le contó sobre cada victima, las personas que conoció y las que la ayudaron, los múltiple lugares que había visitado, pero el no decía nada así como tampoco expresaba nada. Cuando terminó de hablar, le sujetó la cabeza, y lo beso en los labios por un largo rato, él pareció sorprendido, y cuando ella se retiro a su asiento el comenzó a hablar retomando su inexpresivo rostro.

“Soy Mako, hijo de Crístenes y Hotarubi, vivía en un planeta a 3 sistemas de aquí, mis padres fueron traicionados y asesinados por sus mejores amigos, y antes de que me matasen a mi también, tome una de las armas que mi padre guardaba en el ropero, y acabe con sus vidas. Tras ello yo solo me quede ahí, llorando, solo no podía proteger la casa, entonces vinieron otros hombres, y de apoco mi casa fue siendo saqueada, hasta que al final me echaron a mi también y comencé a vagar por el planeta, eso hace ya 15 años, tenia 5 en ese momento.”

Ella lo miraba con compasión, guardando silencio, yo no hubiera sabido que hacer, pero ella lo abraso y no dijeron nada hasta que llegamos a Simsa.

La nave aterrizó sin problemas, Shojo bajo a Mako de la mano, llevándolo muy apegado a ella, yo los seguí de lejos. Una vez abajo nos topamos con un mar de gente, Shojo lo llevo por la orilla haciendo espacio entre el tumulto, yo solo atiné a seguirlos. Ella iba feliz, sonriendo. Cuando llegaron a la puerta se dispusieron a cruzar, y de repente un hombre, si es que eso era, le corto la cabeza con una larga espada a Shojo, este sujeto era transparente como un fantasma, su rostro notaba una gran tristeza, incluso mas, estaba llorando, se volteo para mirar a Mako, se disculpo, dijo su nombre, Sivelis, y le contó que ella había lo había matado junto con su familia, y que para vengarse había entregado su alma a los infiernos, por lo que ahora debía pagar. Mako no cambio su expresión indiferente, tras esto unas cadenas comenzaron a atar al espíritu, y mientras este lloraba y gritaba, desapareció. La gente que por ese lugar estaba, pasaba caminando indiferente, como si nada hubiese pasado.

Yo no supe que hacer, me entro el pánico y corrí desesperadamente a comprar un pasaje al lugar mas lejano que partiese en ese mismo instante, tome la nave, pero antes de entrar, desde la puerta, volteé a mirar, mire a la salida, Mako iba caminando de la misma manera que lo encontré hacia fuera del lugar, Shojo tirada en el piso y unos pasos mas allá su cabeza, nadie recogió el cadáver, nadie se acercó a Mako mientras caminaba, todo quedo igual.

Una vez arriba de la nave comencé a llorar y llorar, hasta que me quede dormida y no desperté hasta que la nave aterrizó, cuando desperté baje un poco mas tranquila y me tope con usted.

-No te preocupes, no sufrirás más- Y una vez dicho esto le disparo al corazón y Rose cayo muerta. El asesino se fue sin derramar una lágrima ni voltear.

Lo que ocurre

Cuando no puede más el tiempo que un verso
Cuando las brasas, fuego que no calienta
Cuando perdemos de la vida el lienzo
Cuando nuestro sueño muerto nos orienta

Solo así, fugaz existencia sentimos
Solo allá, no es más que el presente el futuro
Solo ahí, que nuestra vida ajena al otro vimos
Solo por eso, yo pienso moribundo

Moribundo
Por una sociedad que mata al que sueña
Moribundo
Por una ciudad que margina el extraño
Moribundo
Por un sistema que lo distinto quema
Moribundo
Por mi mismo, que me cuestiona año a año

Año a año un amigo a mi causa no voltea
Año a año una vida se muere o se escapa
Año a año que el tiempo nos cobra cuanto sea
Año a año que mueren sueño como ratas.

Avanzar

En los campos lejanos y abiertos
El viento corre sin barreras fuerte
Y siento que tiembla toda mi mente
Pero no por viento, sino frió y miedo
Donde ya todo es nadie
Ya no escucho pasos lejanos
N o veo padres ni hermanos
Solo estoy cuando lo pienso
Ya todo echo lo que hice
Me lamento pero no arrepiento
Porque lo echo formo mi pensamiento
Y me trajo aquí sin remordimientos
Pero el viento sopla más fuerte
No importa, solo el miedo y el frío
Y mi alma sorda en un griterío
Con migo, dios y mi destino.

El mundo

Vi a un pájaro volando
Y llorando vi un santo
Vi un mártir caminando
Nada cambia en este canto

Oí al gritar a los mudos
Y a un mono con espanto
Oí a bajos agudos
Nada cambia en este canto

Sentí soñar a los cuervos
Y como cubre un manto
Sentí la mano de un verbo
Nada cambia en este canto

Olí al pudrirse un templo
Y con ello su encanto
Olí a un hombre ejemplo
Nada cambia en este canto

Gusté un amargo pasto
También hombres con aliento
Gusté los sueños nefastos
Nada cambia en este canto

Por eso no volví a ver
Ni gustar, oler o sentir
Nunca más como era ayer
El mundo no cambiara, eso advertí

Mi vida

Cuando el cielo tiende a rojo
Y los sueños a matices oscuros
Cuando cierro mis dos ojos
Y ausento la vista a mis futuros

Veo a lo lejos un cuervo
A través del viento hacia los cielos
Y a mi lado unos verbos
Volar, poder, querer, todos bajo un velo

Ignoro todo murmullo
De algún santo, algún dios o algún canto
Llorando pido arrullo
Pero nadie responde a mi llanto

Y poco a poco acallando
Junto con mis sueños y fantasías
Mi voz de contrabando
Y escucho a los muertos en agonía

Ahora ya soy parte de ellos
Muerto en mi mente así como mí llanto
Encadenado al tiempo
Y abandonado como un simple manto

Una razón para la muerte

Un momento de soledad
Un sentimiento que no debería estar
Un sueño que nunca alcanzará a llegar
Un segundo una verdad

Un instante, una duda
Una pesadilla que nunca acabara
Un día que, a lo más atardecerá
Una existencia desnuda

Una emoción vacía
Unas solitarias canciones perdidas
Unas malditas rutinas repetidas
Una vida que se lía

Un enigma sin solución
Una pobre persona termina sola
Una casa y una oxidada pistola
Una bala sin corazón

Un miedo sin un sentido
Un lamentable pasado despreciado
Un solitario presente desaseado
Un futuro aborrecido

El humano está perdido
La persona tristemente condenada
El individuo es poco destacado
El sujeto despedido

Una solución sin suerte
Muy fría y carente de alternativa
Muy fácil y demasiado tentativa
Como siempre, es la muerte

Salida fácil, rápida
Es cobarde aunque bastante efectiva
Una pistola helada y compasiva
Una bala contenida

Puso un dedo en el gatillo
Puso el cañón suavemente sobre su sien
Cuando se disparó estaba en el desden
Un final sin ningún brillo

Un funeral asocial
Sin una familia y menos amigos
Sin ninguna propiedad y sin testigos
Vivo o muerto, hubiese sido igual