martes, 28 de julio de 2009

Un recuerdo impalpable

Una noche amparada por el incesante
Y a su vez estrepitante sonar de insectos,
Escondidos entre el denso y espeso follaje,
Que oculta en su ceno un paisaje perfecto.

En tanto, la luna ocupa su merecido trono,
Las nubes escasas que custodiaban escapan,
Toda la función reflejada en un lienzo borroso,
Un reflejo perturbado por peses que saltaban.

Y en sus agitadas aguas reposaban flores,
Cuales adornados por un leve rocío,
Brillaban mostrando sus deslumbrantes colores,
Impalpables en una hoja mientras escribo.

Así este paraje, cual oculto en el recuerdo,
Será cual mentes con nuevos lienzos,
Cual viajeros de hermosos sueños,
Hagan de las palabras colores o recuerdos.

lunes, 27 de julio de 2009

Un ofrecimiento

Toma mi mano hacia el cielo,
Que enamora en sueños a incautos,
Una imagen del pasado distante,
Y una distorsión de nuestra luz.

Toma mi mano hacia el pasado,
Donde todo lo que es es una posibilidad,
Pero lo es por la necesidad de olvidar,
Quizás que se oculte tras nuestro andar.

Toma mi mano hacia las profundidades,
Aquellas donde ni la luz nos podrá tocar,
Olvidando cuanto llamamos realidad,
Para empaparnos en la soledad de la oscuridad.

Toma mi mano hacia las estrellas,
Cuales su eterno brillo brindan sin cobrar,
Quienes no piensan en quien las observa u observan.
Un lugar hermoso ajeno a los demás.

Mejor, no tomes mi mano ya,
Suelta y olvida esta dichosa oportunidad,
Ya que la dicha más grande será superar,
Hacer luz para aquellos en la oscuridad,
Del pasado un camino firme cual pisar,
Y al ajeno pasado mostrar un futuro cual visitar.

domingo, 26 de julio de 2009

En un rincón

Cuando ensimismado en un rincón,
En una habitación bajo penumbras,
Un estrepitante sonido encantador,
Un montón de risas ajenas, de libertad.

Me encuentro alejando el sueño,
Manteniendo alerta cada sentido,
Buscando incasable algo que impacte, algo diferente,
Buscando lo que me permita naufragar en la realidad.

Figuras a contra luz seductoras,
Música provocativa de oscuros sentimientos,
El olor de la fermentación en vasos,
Y el humo que desemboca ante mi rostro.

Pero sigo ausente de todos y todo,
Sigo siendo el espejo,
Aquel que retraído en el fondo del pasillo,
Vemos de reojo, en él, deteriorados reflejos.

Capases de mostrar todo cuanto escuchamos,
Oímos, sentimos y degustamos,
Pero distorsionando por la lejanía,
Distorsionando por varar entre el placer y mi realidad.

jueves, 23 de julio de 2009

Oda a las penurias

Para aquellos que sus horizontes

Son más crudos que horribles pesadillas,

Y sus futuros enterrados bajo montes,

Con personas sentados sobre ellos en sillas.


Quisiera honrar a aquellos hijos de Apolo,

Que en su ceno han crecido y llorado,

Cuyas madres es un melancólico atardecer rojo,

Y sus hermanos, gotas de sangre, derramados.


Pero los sentimientos de impotencia no solo a ellos pertenecen,

Sin esos parientes a su alrededor, mas nadie mas,

Abandonados de una sociedad que perece,

En calles donde se pasa hambres, frío y soledad.


Pero el dolor, eterno e incansable viajero,

Y sin desmerecer a cuanto en casa viven por lo menos,

Es muy diferente nunca tener que perder lo nuestro,

O llorar por aquellos vivos ahora muertos.


Y con tiempo y pluma en mano sigo dedicando,

A aquellos que visito en pesadillas teñidas negras,

Que por una migaja de pan viven la tierra escarbando,

Y gordos en sus sillas abusan y los violan en las canteras.


No quisiera tampoco olvidar aquellos malditos de nacimiento,

Sea culpa de descuidos o lo en la misma sangre llevado,

Y sin culpa solo otros lloran sumidos en el arrepentimiento,

Por el dolor de aquellos, quienes la muerte ya a marcado.


Por ultimo solo quiero hacerles recordar,

Que aquellos nacidos en la guerra, la calle,

en olvidados continentes, enfermos o de cualquier lugar,

Son los que nos rodean reflejados en mundos para olvidar,

Que por suerte no tuvimos que aprender a sobrellevar.

miércoles, 22 de julio de 2009

A la deriva

Mientras el agua mece tiernamente mi balsa,

La fría brisa entumece mi rostro.

Tanto mi ser como mi alma abandono,

Mirando un cielo ajeno mostrándome la espalda.


Y ensimismado en el más profundo silencio humano,

Tarde me percato de aquel sol escondido,

Atónito ante un atardecer rojizo,

En un oscuro y agitado lago reflejado.


Pero la gélida brisa se encabrita,

Y las olas tiernas antes, se alzan ahora,

Y mi intermitente estabilidad se evapora,

Los remos para navegar el silencio se olvidan.


Con puños firmes sobre los verdaderos remos,

La realidad me empuja y volquear intenta,

A frías aguas que solo del reflejo se crean,

En solitario puedes morir por un error menor.


Cuando por fin mi bote a tierra firme encalló,

Las luces de estrellas me acompañan,

La ciudad a pasos es una muerte distinta, desalmada,

Sin miedo avanzo a firmes pasos.

domingo, 19 de julio de 2009

Bosque de reflejos

Profundos bosques de reflejos
Distantes e irreales de un mundo perdido,
Abandonado a su infame realidad.

A cada paso resuenan a mi alrededor,
Mientras perdido, deambulo en esta noche,
Donde el cielo esconde su luz,
Y los arboles pálidos me permiten admirar.

Tan distintos como puros cristales de nieve
Caídos pálidos desde el cielo,
Tan distintos como rostros,
Imbuidos de aquellos inciertos sentimientos.

Los veo con claridad,
Pero al menor atisbo de emoción,
Colores siniestros ocultan verdades,
Ocultándome cual espejo criado en mi cien.

Así sin consuelo en solitario,
Soy cual árbol del pálido bosque,
Para aquellos quienes su viaje arriesguen,
Cual su camino enmienden a este sendero.

sábado, 18 de julio de 2009

A un vaso y un paso

Estrellas fulgurantes en el amplio cielo
Ajenado del sol y la luna,
De nubes y sueños,
En noches donde el insomnio reina.

Y con un vaso lleno de olvido,
Que bebo poco a poco incapaz de olvidar,
Con la mirada perdida a un horizonte
Que no existe sino en mi mente.

Y al acabarse el vaso, el tiempo expira,
Y solo frente a un abismo
De incalculable profundidad,
Me despojo del tiempo abandonado a la gravedad.

Cierro mis ojos al viento fugaz,
Que golpea mi rostro, mi alma,
Una ola rompe bajo, rugiendo feroz,
Más fuerte que el último suspiro de vida.

sábado, 11 de julio de 2009

El piano

Cuando un piano solitario
Toca ausente de quien tras él,
Ya desgastado y olvidado,
Solía presionar sutilmente las añejadas teclas,
Del cual sonidos dulces
Se colaban entre las fisuras de los muros del alma,
Ya cansada de retenerlos.

Ahora sin pianista cual piano,
Toca sonidos sordos,
En una derrumbada habitación,
En una noche vísperas a llorar,
Sin público cual quiera escuchar.

Pero sin importarle toca sin cesar,
Incansable espíritu de tiernas melodías,
Mientras su sinfonía se vuelve un réquiem
Para aquellas cuerdas deseosas de vibrar,
Y se cortan sin culminar su sonido,
Cuales si fuesen deseos incapaces de la luz alcanzar.

Pero aun sin cuerdas el piano toca,
Ahora en el más melancólico silencio,
Mientras sus lágrimas derrama,
Mientras su cuerpo se pudre.

jueves, 9 de julio de 2009

Por aquellos

Caminos oscuros perturban a inquietos caminantes,
Que vacilan bajo tenebrosas nubes,
Y pasan al lado de incautos viajeros,
Que caminan de vuelta cabeza gacha.

Aquellos condenados a avanzar,
Ya que desvalidos otros se encuentran en casa,
Aquellos que incapaces de caminar,
Se entregan al amparo de la suerte.

Y aquellos condenados a avanzar,
Sin permiso a titubear ni pisar en falso,
Que a cuestas cargarían cual si fuesen hijos,
Aquellos en casa, agonizando hacia los pies de algún Dios.

Pero no hay puerta que tocar,
Ni templo cual oídos ponga en sus rezos,
Solo un sendero con nubes deseosas de llover,
Y una tierra con ganas de gritar,
Un sendero hostil que solo sólo se puede caminar.

martes, 7 de julio de 2009

Un lobo y un cuervo

Sentado en la paz que la soledad otorga,
Miro al cielo desprovisto de preocupaciones,
Y de vez en cuando me incorporo al pasar del tiempo,
Y enfoco una mirada perdida en el horizonte.

Así desde lo alto de mi roca en medio del bosque,
Veo pasar entre espesos follajes,
A un lobo que solitario pasea,
Y que sus ojos brillan entre oscuras sombras.

Me mira y rodea inquieto, me inquieta,
Y sin asegurar su propia integridad se me acerca,
Y a mi lado mira a la luna,
Y aúlla en consonancia de mis austeros sentimientos.

Ahora en compañía, un ave pequeña revolotea,
Las sombras lo amparan y lo protegen,
Pero la luz de una luna llena lo delata,
Un cuervo se posa tiernamente en mi hombro.

Ambos animales que ahora compañía me hacen,
Desde el cielo y la tierra me traen remembranzas,
Los amplios cielos incapaces de contener,
Y la tierra amplia y estable que pisar.

Pero ambos traicionaron a aquellos que los habitan,
Las aves incapaces de volar eternamente surcan sus límites,
Y caen agotadas a morir al piso,
O a reparar en un hombre desvalido como él.

Pero ambos traicionan a aquellos que los habitan,
Los lobos abandonados de quienes amaron,
Vagan solitarios bajo lunas indiferentes,
Buscando en abandonadas almas agónicas compañías.

Así dormido entre un cuervo agotado
Y un lobo abandonado a su suerte,
Descanso mi espíritu inquieto,
Mi cuerpo sediento de paz.

lunes, 6 de julio de 2009

Contrato

Ante las imágenes que inspira tú recuerdo,
Aquel que me mira entre bosques, solitario,
Abrumado de sus dudas y temores,
Aferrándose a palabras vacías, impotentes.

Porque aquel recuerdo inspirado en tu figura,
A contra luz y carente de detalles,
Las pequeñas sutilezas inconcebibles para mis ojos,
Que niegas, escondes, aplacas ante mi presencia.

Porque aquel bosque denso y silencioso,
Que se pudre reseco del descuido,
Donde el invierno implacable pone en jaque,
Donde el infierno toma color pálido a nieve.

Porque las palabras deseadas y negadas,
Que alejas de mí a cada paso caminado,
Que a cada uno, tres huyes de mi lado,
Solo pudiendo observarte volar lejos.

Yo lucho entonces por motivos carentes de razones,
Donde la razón carece de motivos,
Y donde a cada paso tres de alejas,
Y te aseguro que por una promesa todo daría,
Lo firmo a puño y letra de lágrimas,
Lo firmo a puño y letras de sangre.

viernes, 3 de julio de 2009

De las sombras a la luz

El implacable correr de sombras,
Aquellas que sin reconocer me sobrepasan,
Y yo caigo y me arrastro tras ellas,
Grito desesperado nombres que no comprendo.

Pero tirado nadie me levanta,
Mi rostro mirando el piso,
Mi alma apuntando al cielo,
El cuerpo no encuentra dirección posible.

Así me encuentro en la inanición,
En la eterna espera que me deprime,
Sin pasos firmes ante el inclemente sendero,
Sin sentimientos, destruido en el olvido.

Ya ni las sombras veo,
Luces enceguecen mi actual camino,
Encandilan las ideas, las voluntades,
Me desplomo pálido en soledad.

jueves, 2 de julio de 2009

Nubes de lluvia

Una fría brisa me saluda,
Cuando un sol imponente pero impotente
Me saca una sonrisa,
Mientras mis manos tiemblan del frío.

Pero las inclementes nubes,
Sin piedad ni compasión, hambrientas,
Devoran aquellos hazes luminosos,
Egoístamente lo arrebatan del cielo.

Y estas nubes son oscuros preludios,
Avanzando implacables sobre nuestras cabezas,
Limpiando los lamentos con sus lágrimas,
Y acallando llantos de traición.

Porque en la calles se encuentran
Aquellos que se arrastran pisoteados,
Aquellos abnegados por las nubes,
Y olvidados por su gente.