sábado, 28 de mayo de 2011

El peso del pasado

Vientos irregulares cielos negros surcarán,
Cielos oscuros de frías noches,
De fríos sentimientos que nunca volverán.

Y cuando las preguntas se vuelven creencias,
Y solo quieres soñar,
Cuando quieres solo la conciencia olvidar.

De insensatas emociones te vuelves parte,
de recuerdos inolvidables,
De momentos que son un tiempo en otra parte.

Y la ansiedad consume cada mísero segundo,
cada milímetro de razón,
cada temor que ofusca al siempre débil corazón.

Y si fuese poco que el arrepentimiento apremiase,
no quedan instantes de cordura,
Porque el mero hecho de pensar me abruma.

Y por incoherente que sonasen estas rimas,
que poco o nada motivan,
a seguir un camino sinuoso y adverso dictan.

Pues vivir es una locura en constante disonancia,
con recuerdos a la distancia,
y otros a tu lado, torturando al presente en abundancia.

sábado, 14 de mayo de 2011

Aquella noche

Cuando el sol muestra el ocaso del día,
sentí mi existencia perdida,
sentí mi propia mente vacía,
que caminaba lánguido por esta vida.

Sentí que paso a paso muero,
que quien fui ahora es recuerdo,
que la luna en lo alto del firmamento,
se rehúsa a hablarles a mis pensamientos.

Así la noche llegó a ocultar el miedo,
a apagar las luces de este momento,
a perderme en un silencio muerto,
y a olvidarme de aquel reflejo tuerto.

Pero cuando la quietud se volvió tortura
escuché palabras claras y puras
que fueron las últimas y mas duras
aunque colmadas de nostalgia y dulzura

Dime entonces ¿donde estas?, me pregunto la luna.
Dime ¿porque te vas sin decir palabra alguna?
¿porque no dejas libre aunque sea solo una?
aun que sea aquella sin ninguna fortuna.

Yo sigo aquí, le respondí con espanto.
¿Acaso no me ves cuando yo te hablo?
¿Acaso no oyes las lágrimas de mi canto,
ni las palabras que libres van andando?

Pero la luna continuó replicando,
no eres tu quien está hablando,
no solo palabras estoy buscando,
y solo mentiras estoy escuchando.

Y sin poder decirle que esperase,
sin poder decirle que no se marchase,
la noche no dejó que me acercase,
no dejó que las mentiras la alcanzasen.

Entonces miré mi rostro y mis manos,
miré mentiras y acciones en vano,
miré todo aquello que había ganado,
por ignorar mi propio camino esbozado.


Y ahora cuando veo al cielo apagado,
miro el reflejo que la luna había buscado,
miro a mi pasado luchando solo y cansado,
pero que batallaba por ser él a cada paso.

sábado, 7 de mayo de 2011

Aquel hombre

Que le queda al hombre que sabe,
Que cuando camina no cae,
Que cuando diga no engañe,
Que cuando quiera no dañe.

Que le queda al hombre que quiere,
Que cuando juega no pierde,
Que cuando lucha no hiere,
Que cuando no actúa, duerme.

Que le queda al hombre que añora,
Que cuando sufre perdona,
Que cuando falla no llora,
Que cuando no tiene ignora.

Que le queda al hombre que ama,
Que cuando vive avanza,
Que cuando cae se levanta,
Que cuando muere solo pasa.

Que le queda a este hombre,
Que cuando supo no pudo,
Que cuando quiso no hiso,
Que cuando amó el otro no,
Que cuando pasó solo se fue.