lunes, 22 de febrero de 2010

Rescatado del océano

Frías brisas soplan fuerte,
Sobre entidades humanas inertes,
Y omnipotente sobre ellos la muerte,
Se alza con sus alas negras hermosas.

Y así, de brillos negras el suelo rebosa,
Y los fuertes vientos su sonrisa esboza,
Sobre muertos levantándose en una imagen escabrosa,
Cuando la muerte sobre una roca canta.

Mientras yo escondido ya nada me espanta,
Cuestionándome sobre dioses, santos y santas.
Alguien por la espalada me cubre con una manta,
Y el pálido sol del atardecer escapa de mi vista.

Cuando vuelvo a ver la muerte esta lista,
Sobre cadáveres yo flotaba, ausente de toda pista,
Los indicios no aparecen no importa cuánto insista,
Mi futuro como lo viera era incierto.

Y aunque sueño parezca yo no despierto,
Escapar me es imposible, por más que esfuerzo invierto,
El miedo me invade cuando por las alas soy cubierto,
Un grito al cielo lanzo sin obtener lo que espero.

Entonces de los cadáveres por fin me libero,
Mientras soy elevado por los aires despertar persevero,
Pero soy devorado por quien me tiene prisionero,
Y dentro de su estomago soy llevado lejos, muy lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario