domingo, 27 de septiembre de 2009

Hogar en soledad

Donde aquel mal menor,
Cual se sume en las mismas sombras
Para vestir negra túnicas,
Pálidas y mórbidas,
Que acrecientan cual fúnebre carruaje,
Que tirado por dos caballos feroces,
Uno Miedo,
Y el otro Voces,
Que pisan sin misericordia
Los sueños bajo sus cascos metálicos,
Y no importando quien tire esas riendas de discordia
Nada evitara que se haga presente.

Porque por menor que se nombre,
Ausente de toda figura, de todo hombre,
Cual es mínimo segundo ciertos días,
De ocho a seis, siempre olvidas,
Es en tu hogar cual tormenta de nubes grises,
Caída la noche y apagadas las voces.
Ahí al único que no viste, y nada distes,
Cobra implacable,
Cada segundo memorable,
Cada palabra difamable,
La soledad cobra un razonamiento.
Cobra sueños y tus momentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario