lunes, 15 de noviembre de 2010

Frente a un espejo roto

Mientras miro aquel espejo roto,
Donde veo decenas de otros,
Que siendo yo no me reconozco,
Que me miran con expresiones que desconozco.

Así yo con ellos converso,
Me hablan en canciones y yo respondo en versos,
Algunos creen en dios y otros en algo más perverso,
Y a pesar de ello nos entendemos.

La conversación se vuelve densa,
Algunos proclaman la ciencia y otros ni piensan,
Algunos quieren vivir y otros solo observan,
Algunos sonríen y otros la muerte anhelan.

Todos ellos quieren hablar por mi lengua,
Todos luchan en esa guerra sin tregua,
En esta masacre que nunca mengua,
Sin hacer favores y nunca quedar en deuda.

Pero inevitable es seguir hacia adelante,
Y dar la espalda a discusiones y debates,
Porque el tiempo avanza y el corazón late,
Sin esperar respuestas de pensadores agonizantes.

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