viernes, 11 de diciembre de 2009

Solo en el silencio

En oscuras noches,
Donde hasta un suave murmullo es un grito,
Y la bulla lejana estruendo en mi oído,
Intentar conciliar el sueño es un derroche.

Ya sean los ladridos de las fieras
Que sometidas afuera tengo,
Ya sea el crujir de madejsa viejas
O silbidos al pasar entre rendijas el viento,

Me basta alzar la voz un segundo,
Y proclamar con voz ronca mi deseo,
Gritar fuerte SILENCIO al menos,
Para dejar al tiempo bajo estrellas mudo.

Y es así como tras mi estridente esfuerzo,
Los animales cesan su parloteo,
Y mis oídos que aun retumban del estruendo,
Escuchan placenteros estos versos.

Empujados por un alma abatida,
Y forzados por una vida oprimida.
Descargo en este último verso escrito,
La soledad que en el silencio vivo.

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