sábado, 28 de noviembre de 2009

Ojos y oídos

Me hallo aquí dormido
Entre fragancias que el viento mese,
Que a veces temo que cese,
Y que me dejó sin oído.

A quien más quiere escuchar,
A quien más quiere recordar sus nombres,
A quien busca desentrañar hombres,
Para a su alma escuchar.

Me hallo aquí donde se ensombrecen,
Entre tiernas cortinas las luces empalidecen,
Donde a la suave luz su tono enternece,
Obligando a que mis ojos cierren.

A quien más quiere ver,
A quien busca tras el horizonte mirar,
A quien sube la cuesta sin vacilar,
Para apreciar todo el atardecer.

Me quedo allí completamente sumido,
Entre fragancias y cortinas movidas por el viento,
Pero con el alma y el cuerpo siempre atento,
A la vida y sus tiempos idos.

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