miércoles, 20 de enero de 2010

Incongruencias de una vida

Cuando la luna se asoma cuando aun no cae la noche,
Sonriendo hipócrita a quienes su vida derrochen,
Y por la misma sonrisa hasta de su vida despojen,
Alcanzarla les es tanto como alcanzarla con su mano.

Y yo pudiendo sonreír a la vida que hoy camino,
Sin que preocupaciones ni culpas avecino,
Y disfrutando feliz con amigos y un vino,
No puedo evitar escribir con mi alma dolida.

Pues sé que tengo al alcance de mi mano el sufrimiento,
Pues sé que no está en mi apaciguar tal abrumamiento,
Y que se que si digo “no me importa” es que miento,
Pues no puedo evitar querer a quienes a mi lado tengo.

Así pasa mí tarde fingiendo sonreír tanto como llorar,
Teniéndolos sentados juntos en una mesa de cristal,
Reflejándose uno al otro en un instante fugaz,
Pero tan eterno como lo es la vida en general.

1 comentario:

  1. Un breve poema pensando en un buen amigo, escribo por primera vez una dedicatoria pues realmente estos breves versos son un reflejo que traen a mi alma su recuerdo.

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