jueves, 28 de mayo de 2009

Una condición no deseada

Cuando los saludos no prestan su codiciada sonrisa
Cuando los rostros no quieren ver tras acuosos ojos
Cuando mi lengua se reseca y retuerce de impotencia
Las lágrimas olvidan su hogar y saltan al vacío

Cuando las frías paredes estremecen mi abatido cuerpo
Cuando la madera niega rechinar en el profundo silencio
Cuando mis pensamientos mueren en la punta de mi lengua
Yo me guardo desde el cielo hasta el mismo infierno

Cuando ignoro las miradas temibles pero a la vez deseadas
Cuando cabeza baja camino por las calles en solitario
Cuando prefiero cruzar a enfrentar la verdad de frente
Me vuelvo ajeno a lo que reclamo como mío.

Cuando leo líneas que contienen sangre de melancolía,
Cuando no escucho sino que solo observo desde lejos,
Cuando no quiero decir nada para no importunar al tiempo,
Me encuentro vagando a la deriva inmóvil.

Cuando sentado me encuentro en mi trono de impotencia,
Cuando solo me incorporo al camino para retroceder,
Cuando te veo a lo lejos y me conformo sin tener nada,
Desearía morir antes de dar verdad a estas líneas.

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