domingo, 30 de agosto de 2009

Lo que escribo

Horas y horas frente a un cuaderno en blanco,
Tentadora droga que no se inhala ni inyecta,
Por donde la mires, hermosa y perfecta,
De tinta sedienta y de buscar rimas estanco.

Y por quien más mi pluma osaría
Ser la espada en alto frente a los combates,
Sin antes probado su filo, disparates,
Solo son palabras, emociones que algún momento pensaría.

Lleno ahora estas líneas sin más que nudos
De la conciencia pura expresada en rimas,
Y que solo habría que soñarlas escalando cimas,
Para perdurar ante el olvido y de la muerte ser escudos.

Pero no dejan de ser lejanos sueños,
Que sumidas en una vida diaria apática,
Donde los miedos la condenan a la estatica,
Y se somete sin motivos a miserables dueños.

Espero simplemente no estar escribiendo mi testamento.,
Ni poniendo un punto final ni cerrando la novela,
Solo espero que por palabras el mundo desplegué una vela,
Y zarpe a nuevos mundo carentes de aburrimiento.

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