lunes, 10 de agosto de 2009

Muerto en combate

Frente a frente bajo miradas fulgurantes,
Sin pestañar ante centellas de emociones,
Sentidos que explotan sin que palabras menciones,
Mudos miran aquellos acciones declarantes.

Pero inmerso en la candente pelea,
El recuerdo del mundo es olvidado,
Ante cual no humano en el momento dado,
Solo un obstáculo que toda la atención emplea.

Y a la estrepitante velocidad del pensamiento,
No es la vista sino instinto lo que guía,
Y cual pura el arma siempre impía,
Todo se acaba exhausto de agotamiento.

De rodillas primero, luego la conciencia,
Y de a poco los sentidos ahora mueren,
Ensangrentado del pasado que ellos aludieren,
Enemigos ya no más, personas con decencia.

Las lágrimas de un muerto en combate,
Pasan siempre desapercibidas,
Enemigos por casualiadades de sus vidas,
Lloran también los vivos en el eterno debate.

Por ello juro a quien llora en noches, despierta,
Que sus lágrimas, gotas de agua en un desierto,
No colman la sed del árido suelo recubierto,
De sangre espesa y procedencia incierta.

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