Un día desperté y no reconocí mí alrededor
Todo estaba distinto, nada era normal
Al bajar me subí de mi cama
Sin explicación ni razón
Caminé cuando aun sentía dormir
Sin entender, sin poder ver
Era medio día pero todo estaba oscuro
Era verano pero mis pies se helaban
De un salto me tomé de la ventana
Miré el espectáculo más grande jamás visto
Por esa pequeña ventana
Con el sol en lo alto
Un campo de guerra en lo bajo
Veía caminar gente sin rostros
En sus manos armas
En sus pies descalzos
En su piel heridas
Y en su pecho vacío
Pero de golpe todo se oscureció
Y grité sin emitir ruido alguno
La ventana se volvió un espejo
Me vi a mi mismo ahí reflejado
Tenía un rostro
No tenía heridas
No estaba descalzo
Pero no era yo
En eso comprendí
Lo que nadie puede comprender.
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