Cuando el cielo tiende a rojo
Y los sueños a matices oscuros
Cuando cierro mis dos ojos
Y ausento la vista a mis futuros
Veo a lo lejos un cuervo
A través del viento hacia los cielos
Y a mi lado unos verbos
Volar, poder, querer, todos bajo un velo
Ignoro todo murmullo
De algún santo, algún dios o algún canto
Llorando pido arrullo
Pero nadie responde a mi llanto
Y poco a poco acallando
Junto con mis sueños y fantasías
Mi voz de contrabando
Y escucho a los muertos en agonía
Ahora ya soy parte de ellos
Muerto en mi mente así como mí llanto
Encadenado al tiempo
Y abandonado como un simple manto
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