viernes, 30 de octubre de 2009

Los callejones del conocimiento

Cuando la critica burda se vuelve,
Entre las calles abiertas del conocimiento,
Es cuando no es más que la niebla,
La que esconde las trampas, no miento,
Y es porque son las grandes avenidas,
Las que en mi mente ciento,
Como imágenes de un mundo perfecto,
Que me llena de resentimiento.

Y tras los hermosos edificios y sus fachadas,
Se forjan aberrantes delitos de sus acciones,
Que no manchan con su sangre las calles,
Más pudren poco a poco los callejones.
Y tanta escoria es la que está escondida,
Que ya siquiera las alcanzo con mis narraciones,
Ya siquiera se plasman en las conciencias
Ya siquiera entienden las acusaciones.

Así como hoy en día forjamos el conocimiento,
Solo construimos con empeño vistosas avenidas,
Solo olvidamos a los olvidados en el patio,
Que tras el muro que pusimos al hedor que se avecina.
Es la propia crítica la que nos conecta,
Porque entre calles las avenidas son recorridas,
Son las pequeñas calles las que nos llevan a ellas,
Porque no es pudrirse recorrer las que poco a poco olvidas,
Porque no es morir criticarse y cambiar el camino.
Sino destruir fachadas que están empezando a quedar podridas.

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