domingo, 1 de noviembre de 2009

Un lobo en solitario

Pasos suaves
Sobre la tersa espesura de este bosque
Sumido en el más profundo silencio,
Sumido en las más profunda soledad.

La mirada atenta al cielo
Donde la luna reposa tranquila
Esperando a quien sigue sus pasos,
Esperando a quien cante su nombre.

Los oídos atentos
A aquellos susurros con que la brisa
Tímidamente frota el follaje,
Tímidamente acaricia mi rostro.

El cuerpo agotado
Cual trapo viejo, solo y olvidado
Llevando a cuestas el tiempo,
Llevando a cuestas mil secretos.

Un largo aullido entoné,
Del cual la melancolía y la desesperación colgaban,
En cada rincón este retumbaba,
Más nadie respondía por más que aullara.

Un largo aullido entoné,
Del cual el miedo y el dolor se alimentaban,
Mientras por esté bosque caminaban
A mi lado, mis ideales y mis esperanzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario