viernes, 3 de julio de 2009

De las sombras a la luz

El implacable correr de sombras,
Aquellas que sin reconocer me sobrepasan,
Y yo caigo y me arrastro tras ellas,
Grito desesperado nombres que no comprendo.

Pero tirado nadie me levanta,
Mi rostro mirando el piso,
Mi alma apuntando al cielo,
El cuerpo no encuentra dirección posible.

Así me encuentro en la inanición,
En la eterna espera que me deprime,
Sin pasos firmes ante el inclemente sendero,
Sin sentimientos, destruido en el olvido.

Ya ni las sombras veo,
Luces enceguecen mi actual camino,
Encandilan las ideas, las voluntades,
Me desplomo pálido en soledad.

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