viernes, 19 de junio de 2009

Espantapájaros de esperanzas

Cuando las llamas de oscuros matices
Recorren insaciables los campos bastos,
La sonrisa inquebrantable que un espantapájaros
Es condenado a sostener hasta el final.

Y las aves que ahora ríen a carcajadas,
Viendo las consecuencias de su obra,
Antorchas descuidadas creman su pecado,
Son solo aves dicen entre voces aquellos.

Las tierras estériles de ilusiones se vuelcan,
Se pudren con las cenizas olvidadas del cultivo,
Y que tras de sí ya sin trabajo,
El triste espantapájaros condenado a estar sonriendo.

Ya no quedan campos que cuidar de los cuervos,
Ya no crecen las esperanzas ni ilusiones,
Los trapos viejos son basura y desecho,
Pero condenados a sonreír están.

Así los clavan de cabeza hoy en día,
Aquellos que cuidaron esperanzas sonrientes,
Sonrisas que ahora de cabeza no ríen,
Si no lloran el abandono y el olvido.

Las aves no visitan cadáveres melancólicos,
La gente aparta la mirada de aquellos tristes,
No crecerán en tierra infértil,
Morirán solos, sin ser tomados en cuenta.

Aun cuando toda su vida sonrieron por ellos,
Aun cuando toda su vida inquebrantables cuidaron,
Son culpados por quienes hábiles destruyeron,
Y ahora se esconden y viven riéndose de ellos.

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