El cual me llamaba a llenar
Con el amarillo cuerpo en frente o el mío propio.
Pero en eso carruajes metálicos se pararon frente mí,
Me abrieron sus puertas
Y fui introducido a la enviciada jaula junto a otros cientos.
Escape solo para descender mas abajo en la tierra,
Por pasadizos que eludían el sol
Pero estaban iluminados como si la noche fuese eterna.
Cuando cansado de descender, un nuevo carruaje esperaba,
Se lleno rápido con cuerpos
Que no sabría si decir humanos o simple ganado.
Largos minutos fui testigo de abusos e impulsos,
Muchos escaparon,
Y muchos otros fueron apresados junto a mí.
Cuando por fin me escabullí antes del estrellar de las puertas,
No dude en subir cuanto pudiese
Por escalas y pasadizos buscando el cielo arrebatado
Cuando por fin logre verlo imponente, respire profundo,
Mis compañeros de fuga me daban la espalda.
Ahora, me dije, debo abordar la bestia con 4 ruedas.
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