martes, 30 de junio de 2009

Sentimiento de un preludio inconcluso

Porque hay palabras que reclamo,
Y a cada emoción las letras saltan solas,
Pero a cada una que plasmo,
Dejo con ella tu recuerdo.

Y solo sentado en aquel silencio mío,
Donde florece aquel sentimiento que me deja pálido,
Y por más que salto entre versos,
Siempre la tinta se hace poco para escribirme.

Y así las verdades que esconden tus palabras,
No son más que puñales ensangrentados,
Que arrebatan mis ideas,
Cambiándolas por lágrimas de hielo.

Y el cuerpo se estremece por completo,
Donde tú recuerdo una vez abrazado,
Ahora se pudre en una orilla cualquiera,
Y me pudre al aferrarme a él.

Y abatido por el tedio diario,
Al tiempo que rogaba detenerse hoy apuro,
Y sigo bailando con mi antigua sombra,
Y vuelvo a mi camino hacia el abismo.

lunes, 29 de junio de 2009

Un largo camino

Porque he andado por tierras lejanas,
Y me he perdido desesperado en noches
Que ajenan aquello que al día,
Era propio, era mío.

Así he recorrido por altas montañas,
Donde sin compañía me he encaminado,
Donde piedras herían mis pies descalzos,
Donde nadie me escuchaba por más que gritase.

También viajé a profundas junglas,
Donde sin ver los rostros ocultos,
Tras la espesura, envueltos en sombras de día,
Temeroso de mi compañía y mis pasos dados.

Y por otras junglas pero más claras y frías,
Ciudades he visto, vivido y dejado,
Conocido musas, hermanos y ogros,
Zombis, demonios y cascarones vacíos.

Así he corrido huyendo de mi mismo,
Buscando a aquella que en sueños se insinúa,
Y a aquellos que la mano me tienden,
Sin conocer sus nombres, sin conocer sus rostros.

Pero sé que mucho desconozco,
Sé que temo volver,
Tanto a las junglas, montañas y ciudades,
Donde forjé mis zapatos y mis máscaras.

Pero sé que mucho desconozco,
Sé que temo conocer,
Aquellos rostros tras la espesura,
O las razones de las circunstancias en montañas o ciudades.

Pero sé que mucho desconozco,
Sé que temo escuchar,
De aquella palabras que estremecerían el alma,
De aquellos lo que no dijeron y un adiós.

Pero sé que mucho desconozco,
Y que a muchas cosas temo,
Pero ese temor es el mismo que me mueve,
Y me hace llorar noches enteras.

Me mueve por no querer soñarlo,
Porque tan difuso es aquel sueño,
Que mis ojos reclaman claridad,
Y prefiero caminar que morir en la oscuridad.

sábado, 27 de junio de 2009

Tu voz

Cuando espero deseoso

El romper este profundo silencio,

Que la orquesta enmudece,

Esperando escuchar tu voz.


Aquella que niega pronunciarse,

Y su presencia denegan tus labios.


Y me revuelco en un llanto,

Inaudible a través de las ventanas,

Que separa nuestras voces,

Y se opacan con el frío.


Y los cristales se humedecen,

Y lloran su propia impotencia.


Pero aun así creo fielmente,

Que tú sigues detrás de los cristales,

Y que por aquellos tú puedes entreverme,

Y venir a mi helada habitación,

Acompañarme en la profunda intimidad,

Y enseñarme la puerta de salida.

jueves, 25 de junio de 2009

Como un lobo

De tanto en tanto me pongo a pensar,
¿Porque alza la mirada buscando la luna,
Aquel solitario lobo en el peñasco
Que solo le aúlla como si lo escuchara?

Pero cuando las horas están pasadas,
Y la noche se ha apoderado de mi espacio,
Miro a la luna mascullando palabras
Queriendo que me escuchase.

Porque desde mi solitaria posición,
La miro como si su pálida cara
Fuese la tuya iluminada e iluminando,
Mi rostro sediento de ti.

Pero la luna sigue allá arriba,
Y mientras la veo sentado en un peñasco,
Un lobo me mira y masculla,
¿Qué mirará y hablará a la luna cual lo escuchara?

Cuales fueran

…Hojas que volarían libres,
Cual firmamento plagado de estrellas,
Fulminandome con la mirada
Por mirar al cielo buscando tu cara.

Pero sin más que anhelar,
Que aquellos brillos se asemejen
A aquellas miradas que sin rumbo,
Que en sueños los míos atrapaban.

Pero aun así sigo sintiéndote distante,
Porque sin más que dudas conservo mis sentimientos,
Sin más que anhelos mis desconsuelos,
Y las noches solitarias perdido en tu recuerdo.

domingo, 21 de junio de 2009

Vamos

Vamos a decidir con nuestra palabra,
El futuro que se nos pone en frente,
Al alcance de la mano y a la vez,
Tan inalcanzable como incierto.

Vamos a escribir una novela
Que comience en solitario,
Y termine en compañía,
Pasando por el mundo y la existencia.

Vamos a quemar un pasado
Que reclama su presente,
Alejando el futuro, arrebatando el tiempo,
Y encadenando nuestra fuerza.

Vamos a construir nuestro sarcófago,
Y dejémoslo en lo alto,
Porque moriremos de pie,
Frente a frente por orgullo y determinación.

Vamos a confirmarlo,
Dejemos al pasado su presente,
Hagamos del futuro un pasado,
Del que no necesitemos ir.

viernes, 19 de junio de 2009

Espantapájaros de esperanzas

Cuando las llamas de oscuros matices
Recorren insaciables los campos bastos,
La sonrisa inquebrantable que un espantapájaros
Es condenado a sostener hasta el final.

Y las aves que ahora ríen a carcajadas,
Viendo las consecuencias de su obra,
Antorchas descuidadas creman su pecado,
Son solo aves dicen entre voces aquellos.

Las tierras estériles de ilusiones se vuelcan,
Se pudren con las cenizas olvidadas del cultivo,
Y que tras de sí ya sin trabajo,
El triste espantapájaros condenado a estar sonriendo.

Ya no quedan campos que cuidar de los cuervos,
Ya no crecen las esperanzas ni ilusiones,
Los trapos viejos son basura y desecho,
Pero condenados a sonreír están.

Así los clavan de cabeza hoy en día,
Aquellos que cuidaron esperanzas sonrientes,
Sonrisas que ahora de cabeza no ríen,
Si no lloran el abandono y el olvido.

Las aves no visitan cadáveres melancólicos,
La gente aparta la mirada de aquellos tristes,
No crecerán en tierra infértil,
Morirán solos, sin ser tomados en cuenta.

Aun cuando toda su vida sonrieron por ellos,
Aun cuando toda su vida inquebrantables cuidaron,
Son culpados por quienes hábiles destruyeron,
Y ahora se esconden y viven riéndose de ellos.

jueves, 18 de junio de 2009

Un deseo innombrable

Porque desearía jugar
Un juego sin sentido,
Y perder a la reina,
Por ganar a quien se la queda.

Porque desearía ser detective
Para conocer tu coartada,
Y desvelar tus movimientos
En la intimidad de un beso.

Porque desearía morir,
Para que el tiempo y el espacio
Se rindan a mis pies,
Y postrarlos ante tu mirada.

Porque desearía claudicar,
Colgar mis zapatos,
Dejar mi fusil y mis máscaras,
Y jugar la vida de frente.

Porque desearía reivindicar,
El tiempo pasado carente de arrepentimiento
Para arrepentirme y caminar
Sin la carga de mis ideologías.

Porque desearía no ser humano,
Para no tener debilidad,
Y entrever en tus ojos,
La verdad que los míos me esconden.

Porque desearía nunca abandonar
Mi condición de humano,
Ya que junto, dejándola a ella,
Mis sentimientos no serían los mismos,

Y porque deseo tantas cosas,
Es que desearía no desearlas,
Y abocarme a lo que más quiero,
Mi único deseo…

miércoles, 17 de junio de 2009

Que hacer en tu aucencia

Cuando miro los ojos distantes,
Que me hacen soñar las profundas fantasías,
Que del edén quedaron marcados,
Acérrimos en mi alma, la perfección.

Hasta los deseos fulgurantes de mis vacilaciones
Quieren parar, y arriesgar por un segundo,
El mundo por tu mano ajena y prohibida.

Prohibida para las lujurias,
Que seden el paso para tu simple y pura esencia,
Callando cuando se impregna el tiempo de tu ausencia.

Pero aun así, viéndote alejarte con una sonrisa,
Que desearía yo haberla arrebatado,
Y por un recuerdo que juega con migo
Y que me miente en sueños que así era.

Soy golpeado por las añoranzas
Sin consuelo de tu parte,
Tus palabras las oigo tras los muros,
Hecho de quienes se cruzan ante mi cuando te observo.

Y busco rodeos largos para acercarme,
Para tocarte, para simplemente oírte expresarte por tus labios,
De tu añorado interior que permanece aun en penumbras
Para quien te visita cada noche en soledad.

Y sin poder más que construirte en mi mente,
De manera superflua, de manera incompleta,
Carente de la chispa que encarnas y emanas a cada paso.

Y sin poder más que soñar despierto
Ante un pequeño saludo tímido,
Que se vuelve despedida fugaz,
Que me aleja de ti, por ser el tiempo mi férreo enemigo.

Y sin poder más que consultar
A quien sin nombre silba entre las maderas de mi casa,
Que permanece solitaria y sombría
Rellenada por mis pensamientos invocándote.

Entonces debo conformarme con lo que tengo,
Conformado con el frio tiempo que te retiene,
Con el frio que se aloja inquebrantable
Como el silencio entre los dos.

domingo, 14 de junio de 2009

El sendero de la muerte

Cuando terremotos aquejan mentes
Ajenas al fluir incomparable del tiempo,
Incautos viajeros caminan inconscientes
Sobre océanos de cráneos.

Y las profundidades del cielo reflejan
Las incontables almas desgarradas
Por el tétrico camino que esclavos de la vida,
Debemos caminar.

Y tanto tormentas, tifones y huracanes
Hacen vacilar hasta la más intrépida de las sombras,
Que sin excepción, terminarán hundiéndose
En la desesperación de esta eterna noche.

Pero sin contemplar futuro,
Caminan como si las penurias que el tiempo pone,
Fuesen justificados horrores
Y la muerte caminara detrás de ellos.

Y sin alzar la mirada, sin darse cuenta,
No ven la muerte que los espera con los brazos abiertos,
Delante de sus secos ojos,
Delante de sus demarcados rostros.

sábado, 13 de junio de 2009

Cuando te has ido

Los segundos se fugaban
De las pesadas urnas de la vida,
Que reteniéndote se quebrajaban,
Los días anhelaban tu imagen ida

Y así se estrellan contra el suelo,
Urnas de sangre, urnas de lívido,
Derramándolo todo bajo mi profundo desconsuelo,
Todo lo que anhelaba, tu cuerpo ido.

Y la sangre llena de esperanza
Ahora es la sangre del olvido,
Que se seca en cada remembranza,
Dejando lo que anhelaba, tú nombre ido.

Y los fragmentos de las urnas quebradas,
Construidas con el alma perdida,
Ya nadie recoge, son olvidadas,
Abandonando lo que anhelaba, tu mirada ida.

Y el estante que ahora en el piso yace,
Para las valiosas urnas hecho a pedido,
Una profunda desconfianza hacia el nace,
Se perturba lo anhelado, tu rostro ido.

Y la habitación que de altar hacía
Con recuerdos que el tiempo ha podrido
Dejo cerrada la puerta noche y día
Dejando atrás anhelos, tú aroma ido.

Y el pasillo que a ti conducía
Que en sueños cantaban deambulando perdidos
Bajo la noche a coro, tu voz y la mía
El anhelo deja de guiarme, tus labios idos

Y las sombras perturbadoras a la casa caen
Casa del cuerpo, del alma rota y olvidos
En silencio, sufriendo las contraen
Ya siquiera tú, mi anhelo, mira, tus ojos idos.

jueves, 11 de junio de 2009

Lo que implicas

Porque tus labios,
Paraíso designado entre la luz y las sombras,
Que dentro de ti es un misterio
De insorteables posibilidades.

Ella bendita por cada palabra,
Que cuanta remembranza contraen
Al materializarse en mi oído,
Como cantos de querubines.

Así el trasfondo reflejado en tu rostro,
Que refleja amplio, tus sentimientos,
Pero mis ojos se nublan al ver los tuyos,
Por amor, o quizás por desesperación.

Así pasa desapercibido lo que más quiero,
Ciego en mis propios pensamientos,
Son evocados por tu palabra, labios,Rostro o simplemente tu mirada.

Donde te encuentras

Porque veo el recuerdo purulento,
Que vaga por calles sedientas
Llorando tristezas, gritando tu nombre,
Por donde no te has dignado a volver a caminar.

Así el tiempo se contorsiona de dolor,
Creyendo ya olvidar tu esencia,
De tu ojos profundos mirando,
De las sonrisas no evocan la tuya.

Así el vuelo se hace pesado,
El viento que te nombra se enfurece,
El calor de tus palabras se esfuma,
Y la imagen de ti volando perece

Y sólo solo puedo volar en solitario,
Que aun revoloteando mas aves no hacen compañía,
Porque perderte por no volar más alto,
Es como volver mi vista al piso.

Quisiera creer que te encuentras tocando el cielo,
Quisiera creer que miras abajo buscándome,
Quisiera creer que nada de esto pasa,
Y volver a verte, escucharte, sentirte… vivirte.

lunes, 8 de junio de 2009

Mirando al horizonte

Porque cuando el sol
Se oculta tras mi lejano horizonte,
La noche que tanta compañía hace
Junto a la luna y las estrellas.

Comienza a oscurecer,
Reflejándose el día en las luces de mí calle,
Y las altas nubes nos visitan,
Pero nadie sabía, nadie preparó la casa.

Muchos duermen sin avistar
A los visitantes que me vienen a acompañar,
Sentado en la acera solo,
Ensimismado en mis propios pensamientos.

Otros muy tranquilos pasean,
Creen que todo está en orden,
Creen que todo está listo,
Sin ver la realidad fuera de sus ojos.

Otros preocupados se esconden,
Saben muy bien lo que pasa,
Pero incapaces de ayudar se sienten,
Incapaces por creerlo se sientan.

Otros tan apurados por los cambios,
Que olvidan a nuestro insólito huésped,
Quien se pasea por calles sombrías,
Quien se pasea por calles teñidas rojas.

Calles que habitan quienes sufren por ellas,
Calles que habitan la sed y el hambre,
Calles que habitan hombres, perros, gatos y ratas
Calles que no deben ser habitadas.

Porque nuestro huésped sin prejuicios
Pasea hasta por donde las luces no alcanzan,
Borrando de nuestra vista el lejano horizonte
Niebla que ciegos, mis amigos no ven
Ni el mundo al que viene a hospedar.

domingo, 7 de junio de 2009

Para una Golondrina

Aquel día de ausentes nubes
Se me acercó una golondrina,
No quiero atraparla, es hermoso verla volar.
No quiero que se vaya, es hermoso verla volar.

Así desde mi inmóvil posición,
No supe qué hacer cuando a mi lado
Ella se detuvo, me miró,
Yo la mire, en mi inmóvil posición.

Quería acercarme, acariciarle,
No puede ser muy rápido, huiría,
No puede ser muy lento, huiría,
No puedo dudar, huiría.

Sin poder tampoco arriesgarme,
La contemple un momento más,
Y cuando a punto de tocarla estuve,
Ella comenzó a volar.

La vi alejarse, cuando muchos más miraban.
Me sentí inútil, cuando muchos más miraban.
Sabía que hacer, cuando muchos más miraban.
Emprendí el vuelo tras ella, cuando muchos más solo miraban.

sábado, 6 de junio de 2009

Cuando me duermo

Cuando la poesía calma,
Cuando las canciones no hablan,
Cuando los libros no imaginan,
Cuando mi cuerpo duerme.

Me siento perdido entre sombras,
Vagando por calles de silencio,
Deambulando por una casa desolada,
Durmiendo en una cama helada.

Cuando el recuerdo no evoca,
Cuando las fotos se oscurecen,
Cuando tus palabras se alejan,
Cuando mi luz se apaga.

Me siento lleno de deseos,
Sin poder cumplir ninguno en soledad,
Sin llegar a ninguna meta,
Debo cerrar ojos, oídos y boca.

Cuando tu recuerdo me acompaña,
Cuando olvido que no eres real,
Cuando mi cama se vuelve pequeña,
Cuando salto de mi cuerpo a tu lado.

jueves, 4 de junio de 2009

¿Qué te dedicaría?

Porque podría dedicarte mil versos
Sin que ninguno tocase ni la punta de tu cabello,
Pero en mi alma repararían los huecos
Que las imágenes de tu recuerdo dejan.

Así mismo podría entonarte canciones
Para tu nombre retumbar en mis oídos,
Pero cada nota mi mente enajenaría,
Y tu recuerdo se volvería difuso y dispersaría.

Y si te intentase retratar,
Que ninguna pintura evocaría tu esencia,
Que me envuelve ante un fugaz vistazo,
A tu silueta entre cuerpos que pierden importancia.

Por eso que tampoco busco tu foto,
Ya que distante te mostraría,
Y muda se quedaría cuando preguntase,
No tendría respuestas ni tampoco vida.

miércoles, 3 de junio de 2009

Ellos a mi lado

Los rostros de la gente me inspiran tristeza.
Con miradas perdidas,
Observando las fugases imágenes por los vidrios del transporte.

Cada uno ensimismado,
Pensando en sus familias que no esperan en casa.
Que huyen entre pasillos estrechos
Y olvidan sus penas en sudor fermentado.

Pero siguen caminando su rumbo,
Es lo único que ven por las guías en sus ojos,
Empujados por látigos de miedo,
Empujados por la familia, los amigos y el dinero.

martes, 2 de junio de 2009

La Jaula

Un día me decidí a mirar por mi ventana
A una imponente jaula de pájaros,
Donde aves volaban perdidas,
Donde aves morían atrapadas.

En la jaula vi muchas palomas,
Comunes y por miles con miles de figuras,
De múltiples características, tanto abusivas como cobardes,
Que ante el menor riesgo huyen,
Pero sus corroídos cuerpos no pueden volar lejos.

En la jaula vi también coloridas aves,
Guacamayos, loros y papagayos,
Que con coloridos plumajes llaman la atención,
Pero tanto es su ostentación
Que no pueden volar en libertad.

Otras aves también ahí atrapadas, eran golondrinas
Inteligentes, perspicaces y osadas en vuelo
De un lado a otro buscan el alto cielo,
Pero poseen débiles alas con lo que solo observan,
Se mantienen expectantes a aquellos que alto vuelan.

Unas muy pintorescas aves eran los picaflores,
Pequeños pero amantes de la vida,
Enérgicos y rápidos, agudos y prendidos,
Pero embriagados en sus amoríos y pasiones
Pierden fuerza para salir cuando es necesario.

Entre las oscuras sombras percibí también cuervos,
De oscuros plumajes y prendidos pensamientos,
Pero tan oscuro es su plumaje que nadie los ve,
Y por más que buscan mover masas para escapar,
Nadie sigue a las sombras sino a quienes relucen brillantes.

Pero otras aves si relucen, son los halcones.
Poderosos, rápidos e inteligentes,
Pero tal es su fuerza que no se miden en el paso,
Y tal paso es su paso que nadie les sigue el paso,
Y solos golpean una y otra vez la reja tratando de salir sin éxito.

Arriba de todos, muy altos, albatros,
Grandes aves, inmensas,
Que con solo batir sus alas estremecen toda la jaula,
Pero enfrascados en sí mismos solo ríen,
Mientras otros buscan libertad sin conformidad.

Así la jaula sigue intacta,
Grandes manos sacan y ponen aves,
Manejan el ecosistema sin pensar en sus sufrimientos,
Torturan y experimentan tanto como quieren.

lunes, 1 de junio de 2009

Cotidiano camino

Me paré frente a un abismo de concreto, 
El cual me llamaba a llenar 
Con el amarillo cuerpo en frente o el mío propio.   

Pero en eso carruajes metálicos se pararon frente mí, 
Me abrieron sus puertas 
Y fui introducido a la enviciada jaula junto a otros cientos.   

Escape solo para descender mas abajo en la tierra, 
Por pasadizos que eludían el sol 
Pero estaban iluminados como si la noche fuese eterna.   

Cuando cansado de descender, un nuevo carruaje esperaba, 
Se lleno rápido con cuerpos 
Que no sabría si decir humanos o simple ganado.   

Largos minutos fui testigo de abusos e impulsos, 
Muchos escaparon, 
Y muchos otros fueron apresados junto a mí.   

Cuando por fin me escabullí antes del estrellar de las puertas, 
No dude en subir cuanto pudiese 
Por escalas y pasadizos buscando el cielo arrebatado   

Cuando por fin logre verlo imponente, respire profundo,  
Mis compañeros de fuga me daban la espalda. 
Ahora, me dije, debo abordar la bestia con 4 ruedas.